El precio del silencio

Es sabido: Argentina sufre un manejo "abusivo" y "discrecional" de la publicidad oficial, que funciona como una "censura indirecta" sobre los medios de comunicación.

Y si bien este problema aparece en muchos países de Latinoamérica, los intentos locales para regular la distribución de avisos no avanzan por falta de apoyo del Gobierno.

Esas son algunas de las conclusiones de El precio del silencio, un informe regional sobre publicidad elaborado por la Asociación por los Derechos Civiles (ADC) y la Iniciativa Pro Justicia de la Sociedad Abierta de Nueva York, que será presentado el próximo jueves 14 de agosto.

El estudio detalla que todos los países sufren arbitrariedades en el manejo de la publicidad oficial, con la excepción de Uruguay. Hay naciones, como Chile y Uruguay, donde desde el gobierno se está empezando a impulsar alternativas para regular las prácticas de distribución de la publicidad oficial", explicó a La Nación Eleonora Rabinovich, directora del Programa Libertad de Expresión de la ADC.

Argentina sólo puede mostrar siete proyectos de ley sobre el tema, que descansan sin avances en el Congreso, y una ley provincial para Tierra del Fuego aprobada en febrero pasado, pero según el informe, "ninguno puede ser tratado debido a que los legisladores vinculados al partido oficialista no han dado quórum para las sesiones en comisión".

El uso de la publicidad con fines propagandísticos es el método que más se aplica en la Argentina, dice el reporte, donde el reparto de avisos depende del secretario de Medios Enrique Albistur: "A pesar de las restricciones legales que rigen para la publicidad oficial en períodos de campaña, la gestión del presidente Néstor Kirchner aumentó su gasto en 2007 y dedicó generosos recursos a financiar avisos para promocionar su imagen en un año electoral en el que su esposa se postuló para la presidencia", concluye el informe.

Fuente: perfil.com