En diferentes oportunidades y con diferentes matices, todos los diarios porteños están cubriendo las alternativas en torno a la inminente modificación de la Ley de Radiodifusión.
Uno de los artículos más interesantes que encontramos sobre este tema, fue publicado por el diario Crónica de la Argentina. Una de las partes más transcendentales es en la que aseguran que "la Presidenta hizo sonar los clarines de guerra. Primero los llamó “generales multimediáticos” y comparó a los empresarios de la comunicación con los tanques que acompañaron a los golpistas del 76. Habló de una caricatura del Menchi Sábat y dijo que era un mensaje “cuasi mafioso”. Después los acusó de “reclamar” y “editorializar” a favor de la “calidad institucional” pero ser “los que menos la practican”. Y finalmente, Fernández de Kirchner atacó públicamente a los propietarios de los medios por defender la Ley de Radiodifusión vigente, que es una ley de la dictadura. Los otros reaccionaron: a coro con la oposición, advirtieron que el Ejecutivo quiere controlar los contenidos periodísticos desde el Observatorio contra la Discriminación y permitir el ingreso de otros actores al mercado de la comunicación para acallar a las voces críticas. El argumento lo dio el chofer de la CGT Hugo Moyano, que reclamó la exclusividad de una licencia de televisión para responderles a quienes lo cuestionan".
Entre tantas, una de las que presentó La Nación también es para leer con atención. Una entrevista con el interventor en el Comfer, titulada: “La madre de todas las batallas es una nueva ley de radiodifusión”.
Entre varias cosas notables que dijo Gabriel Mariotto, hombre de extrema confianza del secretario de Medios, Enrique Albistur, se destacan: “la voluntad de la presidenta de la Nación es avanzar sobre una nueva ley para desconcentrar el mercado. Nos parece una decisión óptima. Durante 28 años hubo presiones de actores de la comunicación para que no hubiera una nueva ley de radiodifusión. Y la Presidenta hoy quiere avanzar sobre este tema. Una nueva ley de radiodifusión es la madre de todas las batallas”.
A su vez, es para resaltar ésta: "la urgencia por promulgar una nueva ley de radiodifusión se debe a una cuestión tecnológica", pero, más tarde, admite que hay razones políticas detrás de la urgencia.
Sin embargo, la mejor es de DsD. Allí se detalla todo lo que no salió en otros medios. Es excelente. Acá te resumimos algunos puntos:
- En el año 2003, comenzaron las reuniones entre académicos, sindicatos de prensa, organizaciones sociales, de derechos humanos y de radio y televisión comunitaria, que derivaron en la redacción del documento de 21 puntos titulado “Iniciativa Ciudadana por una Ley de Radiodifusión para la Democracia”. Ese texto, conforma la base del proyecto que el Poder Ejecutivo se apresta a enviar al Congreso para modificar una norma dictada por la última dictadura militar: la ley 22.285 también llamada “Ley de Radiodifusión”.
- En torno a ese documento se formó también una “Coalición” decidida a impulsar una nueva norma. Muchos de los grupos que integraron ese espacio tenían una notoria cercanía con el Gobierno de Néstor Kirchner, en especial con su política de derechos humanos. Eso abrió la esperanza de las organizaciones de la “Coalición” para cambiar el marco jurídico en el que se desenvuelve la comunicación en nuestro país. Pero las organizaciones debieron esperar el turno de Cristina Kirchner para pasar de la esperanza a la posibilidad de una reforma íntegra de la Ley de Radiodifusión. En el medio, hubo desencantos de todo tipo y quienes giran en torno a la Coalición señalan hoy con cautela que “hasta que no se publique en el Boletín Oficial, no vamos a celebrar”.
- Para que la norma se modifique en el sentido de lo expresado por la Coalición –el mismo en el que apunta el Gobierno- también deberá sortear un obstáculo poderoso: el lobby de las grandes empresas periodísticas para que se mantenga el actual estado normativo, que beneficia a sus intereses.
- El 20 de mayo de 2005, el entonces presidente Néstor Kirchner firmó el decreto 527/05 por el que suspendió el vencimiento de las licencias de radio y TV (en esa fecha se estaban por vencer las de América TV, Canal 9, Canal 13 y Telefé) y prorrogó por 10 años las concesiones.
- La cobertura mediática del paro o lockout agrario, que el Gobierno consideró hostil, fue el detonante de una pulseada entre el Ejecutivo y los medios de comunicación, más precisamente, el Grupo Clarín. La Presidenta le dedicó varias críticas públicas al holding que conduce Héctor Magnetto y la puja sigue hasta estos días. En ese marco, el Gobierno decidió, ahora sí, cambiar la ley de radiodifusión.
- Para eso, desde la Casa Rosada se tomaron dos decisiones. Remover a Julio Bárbaro (de buena relación con las empresas periodísticas) del Comité Federal de Radiodifusión (Comfer) y designar en su lugar a Gabriel Mariotto, ex subsecretario de Medios.
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