La pérdida de identidad de la profesión periodística en los medios digitales constituye una de las principales conclusiones del estudio "Periodismo en la era de Internet. Claves para entender la situación actual de la información periodística en España"que realizó la Fundación Telefónica.

El informe, fruto de un estudio de investigación de la Universidad Carlos III de Madrid coordinado por la catedrática de Periodismo de esta universidad, María Pilar Diezhandino, analiza las diferencias en cuanto a contenido y tratamiento de la información entre 22 medios escritos y sus versiones digitales, entre las que destaca el progresivo abandono de las fuentes propias, directas, justificadas y ajustadas al tema que existe en las diferentes versiones on line.

Si hasta el 35 por ciento de la cobertura informativa en general carece de fuentes, este problema se acentúa especialmente en los medios digitales, que en ningún caso suelen citar las fuentes, ya que la inmensa mayoría de los medios digitales analizados trabaja sin fuentes propias.

Según se desprende de las conclusiones del estudio, muchos de los profesionales de la información que trabajan en los medios digitales suelen actuar como meros “clasificadores” del abundante caudal informativo que les llega de las agencias externas, marcadas por instituciones procedentes del ámbito social, político y financiero. Corren el peligro, por lo tanto, de convertirse sólo en amplificadores digitales de los mensajes de empresas e instituciones.

En relación con la relevancia de los contenidos, los medios digitales dan la mayor importancia al tema político. El segundo foco de interés se centra en los sucesos y sociedad; en tercer lugar se encuentra el terrorismo; en cuarto lugar, el desarrollo económico; en quinto, los deportes; en sexto, la justicia; y en séptimo lugar, la ciencia.

Por otra parte, entre otras de las conclusiones del estudio es que los temas de la mujer están poco visibles en los medios digitales, que los personajes protagonistas de las noticias siguen siendo políticos y varones; que el ciudadano anónimo continúa siendo invisible y que la prometida interactividad de los medios digitales se encuentra todavía en fase de desarrollo.