Es una práctica que ya lleva varios años (más de cinco) y nació bajo la premisa de que cualquier ciudadano (personas no formadas ni ocupadas como periodistas profesionales) puede publicar noticias o informaciones basadas en sus propias observaciones, indagaciones, análisis o investigaciones, gracias a Internet.

Sin embargo, es un término polémico: para algunos periodistas no existe nada que se pueda llamar periodismo ciudadano, ya que el periodismo es una disciplina profesional que no se puede democratizar para la ciudadanía: la información no es democracia, sino poder. Para otros, sin embargo, supone una realidad el asalto de los ciudadanos al mundo de la información y además es algo eficaz.

Desde sus comienzos, los portales de periodismo ciudadano se expanden a decenas de países y crecen en la Argentina, basados en la idea de que cualquier persona es un periodista en potencia capacitado para registrar los hechos que suceden a su alrededor, surge la duda: ¿registrar los hechos que suceden a su alrededor, convierte a una persona en periodista?

Éste punto, es sólo uno de los tantos que están involucrados en esta polémica.
Hay quienes ya no lo discuten y aseguran que no existe. Otros se fijan más en una cuestión de conceptos. Hace algún tiempo, salió en el diario La voz del interior, una nota que hacía referencia al periodismo ciudadano, en donde resaltaban frases tales como:

  • “El periodismo ciudadano es un concepto inadecuado para entender lo que está ocurriendo, que es una revolución, un fenómeno imparable. Pero yo no lo llamaría periodismo ciudadano, ni cívico, ni desde las bases”.
  • “No existe el periodismo sin periodistas”.
  • “Pero hay que tener muy claro y explicar que esto no es periodismo. Que la fuerza de este movimiento no es el periodismo y justamente en eso radica su virtud”.