John Dewey y Walter Lippmann, fueron dos teóricos del periodismo moderno que pasaron 30 años discutiendo la relación y la integración de los medios con su público.

Para Lippmann, el periodismo sólo debía contar las cosas. Para Dewey, debía ayudar a cambiarlas y hacer a la gente participar en esos procesos.

En este sentido, esta última concepción es la que triunfa hoy en día:

La concepción de los medios como un elemento fundamental para la creación y la integración de una comunidad.

Aunque Lippmann afirmaba que "la prensa no es un sustituto de las instituciones", los responsables de los medios piensan ahora que: o juntás un grupo de lectores fieles, que aporten contenidos a esa comunidad o te quedas sin público.

En estos tiempos de cambio, de nuevos medios, de ruptura... no sólo cambia el periodismo, no sólo cambian las funciones de los periodistas, también cambian las relaciones de los medios y sus profesionales con las audiencias y a su vez, cambian los públicos. Su grado de participación ya no es el mismo y eso se nota.